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Narcís Sánchez: “En finanzas la banca ética vende igual que la marca ‘ecológico’ en un colmado”

Narcís Sánchez: “En finanzas la banca ética vende igual que la marca ‘ecológico’ en un colmado” Narcís Sánchez es banquero y colabora con la Universitat Internacional de la Pau, una organización que pretende concienciar a la población de que es necesario reflexionar en torno a temas de paz. Actualmente, es su representante en FETS (Finançament Ètic i Solidari), una asociación de entidades catalanas que trabajan a favor de la banca ética, un nuevo concepto de inversión, ahorro y financiación.

- ¿Cuál es el origen de la banca ética?
- Muchas de las primeras entidades éticas nacieron auspiciadas por instituciones religiosas. Después de la Guerra de Vietnam, en Estados Unidos hubo unos movimientos sociales muy importantes que presionaban a la Iglesia para que no colaborara en la financiación de toda la maquinaria militar del estado. A partir de esto se creó Oikocredit.

- Las diferencias entre un banco ético y un banco tradicional deben ser evidentes.
- Los dos objetivos básicos de un banco ético son que todo lo que haga tenga un impacto social positivo y ganar dinero para que el banco tenga una viabilidad de futuro. Lo contrario que en los bancos convencionales, donde lo que justifica su existencia es ganar dinero, y donde la idea de los accionistas es tener beneficiosos y remuneraciones de sus acciones.

- ¿Y todo esto a cambio de nada?
- ¿A cambio de nada? ¿Un banco ético? Sí.

- Pero es difícil entender que un banco dé sin recibir nada a cambio.
- No es tan extraño. Cualquier persona que participa en una ONG, en principio, lo hace por nada. De hecho, es un egoísmo. En realidad, lo hace para sentirse bien.

- ¿Quién se ocupa de la gestión de un banco ético?
- Banqueros. Lo que pasa es que no es un banquero tradicional. No busca el beneficio económico, sino el beneficio social. Son, además, banqueros que están muy vinculados a organizaciones sociales.

- El fin de la banca ética debe ser, a largo plazo, sustituir a la banca convencional.
- Eso sería muy, muy a largo plazo. A corto plazo el objetivo que tiene la banca ética es complementar a la banca tradicional, para dar cobertura a quien no tiene acceso a ella. Todo el mundo puede abrir una cuenta en un banco, pero no todos tendrán acceso a un crédito.

- ¿Por qué puede una entidad ética permitírselo?
- Los sistemas de evaluación de riesgos que utiliza son diferentes. El sistema que tiene un banco son las garantías económicas que obtiene del proyecto o de la persona. Un banco ético, normalmente, realiza todas las inversiones acompañando a la persona o sociedad que pide la financiación. Colabora, en muchos casos, con las personas que piden el dinero orientándolas en cómo deben hacer las cosas, revisa el proyecto… Pero si no tiene viabilidad económica le dice que no, porque tampoco dice que sí a todo.

- Se comenta que uno de los problemas de la banca ética es su credibilidad social.
- El problema es más llegar a la gente y que conozcan el proyecto que la credibilidad social, porque la banca ética se crea alrededor de unas organizaciones sociales y, por tanto, la credibilidad, de entrada, ya la tiene de estas asociaciones.

- ¿Qué son, según usted, un financiamiento y un ahorro éticos?
- Un financiamiento ético es el que se hace en base a dejar dinero a personas que lo necesitan, que no tienen acceso al crédito de ninguna otra manera, o el que se hace a unas actividades determinadas que, por sí, son éticas: ecología, ayuda al Tercer Sector, al Tercer Mundo… Un ahorro ético es el que se hace con unos objetivos determinados, pero ligados a la ética, es decir, el de un ahorrador que no quiere que su dinero vaya a parar a unas determinadas actividades que él no considera lícitas ni éticas.

- Entonces, también debe existir una ética de la inversión y del ahorro.
- La ética de la inversión y del ahorro sería el hacer funcionar las cosas de acuerdo a los principios sociales o éticos que cada uno considere aceptables, es decir, una inversión en fábricas de armamento no puede ser una inversión ética, por mucha gente que la haga. Eso sería para mí la ética de las inversiones, la que considera el objetivo final.

- ¿De qué modo saben que el dinero no proviene de actividades ilícitas?
- Por unos cuestionarios que se hacen a los clientes. Cuando una persona abre una cuenta en una entidad, el banco debe asegurarse de donde viene ese dinero.

- Un banco ético no debe pedir intereses ni comisiones a sus clientes, ¿no?
- Sí, porque tampoco quiere ser una entidad de concesiones y subvenciones, ya que cuando se acabara el dinero de las subvenciones también se acabaría el banco ético, y lo que busca es subsistir. Necesita ganar dinero, porque, si tuviera pérdidas, se le retiraría la licencia del Banco de España.

- ¿Y cómo se asegura de que podrá recuperar el dinero?
- Porque acompaña mucho a los clientes. Es más, yo estoy convencido de que mucha gente dejaría antes de pagar la cuota de un banco normal que la de un banco ético. Te han ayudado a poder vivir, y eso es un contrato emocional entre el banco y la persona.

- Muchos bancos tradicionales empiezan ahora a ofrecer productos éticos.
- En finanzas la banca ética vende igual que la marca ‘ecológico’ en un colmado. A veces se ponen atributos a productos financieros o alimenticios que no se corresponden con la realidad, pero bienvenidos sean. Cuántos más productos éticos haya en la banca tradicional, nosotros más contentos estaremos.

- El objetivo de FETS es crear un banco ético. ¿En qué estado se encuentra este proyecto?
- Bastante avanzado. De hecho, se hará en breve una sociedad limitada que ejercerá de agente de Banca Populare Ética que tendrá, en principio, dos puntos de contacto con sus posibles clientes: uno en el País Vasco y otro en Cataluña.

- Supongo que usted estaría dispuesto a trabajar en él.
- Sí que lo haría, siempre que el sueldo me permitiera llevar una vida digna, aunque estoy convencido de que sería bastante inferior al de la banca tradicional.

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